Ser referentes de la funeraria para los profesionales de la salud

Conocemos a Olga Rica, gestora de desarrollo de Mémora en Barcelona. Ella, junto con un amplio equipo a nivel nacional, son la referencia de los profesionales de la salud antes, durante y después de una defunción. 

¿Cuáles son tus funciones? ¿Cómo es tu día a día?
La figura de la gestora de desarrollo es ser la referente de los profesionales principalmente en el ámbito residencial, hospitalario, atención domiciliaria y centros de atención primaria. De este modo, tienen todo nuestro soporte para resolver sus dudas, gestiones y todas las incidencias que pueden surgir, antes, durante y después de una defunción.

¿Cómo acompañas a los profesionales? 
Les doy la tranquilidad de que tengan una persona que les guie y les ayude en todo el proceso de nuestros servicios, así como el soporte emocional que puedan necesitar a través de los proyectos que ofrece la Fundación Memora.

¿Cómo creas los vínculos con las entidades y comunidades y qué importancia tiene?
La cercanía y la facilidad en localizarnos es muy importante, al igual que adaptarnos a ellos ya que las necesidades de cada entidad son muy diferentes. 

¿Qué proyectos gestionáis los gestores de desarrollo?
Diferenciamos entre los proyectos destinados a profesionales y los que van a la ciudadanía en general. En el primer caso, todos los proyectos van en la línea de dar soporte en el proceso final de vida y del duelo, tanto a los profesionales como a las familias con el programa de soporte emocional y los grupos de acompañamiento al duelo. Y en el segundo caso, van dirigidos a la ciudadanía con las aulas y talleres de sensibilización para dar a conocer diferentes temas como la gestión de las emociones, el envejecimiento saludable o hacerles reír un ratito con la risoterapia. 

¿Qué dificultades puedes encontrarte en tu día a día? 
Dificultades ninguna, yo prefiero llamarlos retos…jeje.

¿Qué importancia crees que tiene tu trabajo dentro de una funeraria?
Todas las figuras que existen en una funeraria son muy importantes, la nuestra es un eslabón más de la cadena, lo realmente importante es el trabajo en equipo.  Como gestores de desarrollo trabajamos en constante colaboración y comunicación con los diferentes departamentos de Memora para dar el mejor servicio a las familias y profesionales en estos momentos tan delicados.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo? 
Sin duda alguna el estar en constante contacto y relacional con las personas, y el sentir que con el trabajo que realizo aporto a que las personas se sientan un poquito mejor en este proceso tan difícil del final de vida. 

¿Cómo afrontas la muerte?
¿Hay que afrontar la muerte? Sinceramente, yo creo que la muerte no hay que afrontarla, hay que aprender a aceptarla, que no es nada fácil.

¿Ha cambiado tu forma de vivir la vida y la muerte desde que trabajas en Mémora?
Ha cambiado mi forma de vivir la vida, pero sobre todo me ha enseñado a no educar a mis hijos de espaldas a la muerte que es como me educaron a mí, creo que en nuestra sociedad nos queda un camino muy largo por recorrer en este sentido. Soy de la opinión que cuanto más presente tengamos a la muerte, más aprendemos a valorar las pequeñas cosas de la vida.

¿Alguna anécdota/recuerdo que quieras compartir?
Me gustaría compartir la parte más humana de nuestro trabajo y son todas las muestras de cariño, abrazos y agradecimientos de las personas usuarias tanto de los grupos de duelo cuando terminan la terapia como la de los usuarios de los centros residenciales cada vez que hacemos un taller y se te acercan a dar un abrazo y te dedican frases como: “gracias porque me habéis hecho muy feliz hoy” o “hacía años que no me reía”, es indescriptible el cariño que te demuestra.