Enterrar a la persona fallecida y contribuir, con ese acto, al ciclo de la vida. Ese es el objetivo de un entierro ecológico, una modalidad muy extendida en otros países del centro de Europa o en EEUU, pero que en España aún no ha arraigado, aunque cada vez más familias se interesan por esta modalidad.
Enterrar a la persona fallecida y contribuir, con ese acto, al ciclo de la vida. Ese es el objetivo de un entierro ecológico, una modalidad muy extendida en otros países del centro de Europa o en EEUU, pero que en España aún no ha arraigado, aunque cada vez más familias se interesan por esta modalidad.
Los entierros ecológicos, sin embargo, comprenden varias formas de hacer que varían enormemente en función del lugar de residencia, pues el componente cultural y la legislación al respecto condicionan este tipo de entierros.
Entierro ecológico en urnas biodegradables
Están aquellos que se limitan a introducir las cenizas del fallecido en una urna biodegradable que se introduce directamente en la tierra. Estas urnas suelen estar confeccionadas de materiales orgánicos como el bambú, la madera natural, el cartón, el mimbre o el papel. De hecho, además de urnas se elaboran bolsitas 100 % biodegradables que hacen las veces de recipiente para las cenizas.
Los bosques para el recuerdo
También están los llamados bosques para el recuerdo, confeccionados de forma expresa para albergar las cenizas de personas difuntas.
Suelen ubicarse en bonitos parajes naturales o entornos rurales, y ofrecen a las familias dos alternativas: esparcir las cenizas o enterrarlas justo a un pequeño árbol que crecerá con los cuidados necesarios. En todos los casos, estos lugares albergan cualquier tipo de ceremonia que la familia quiera realizar.
De hecho, no solo pueden plantarse árboles, las opciones también son amplias en este sentido. Las familias pueden hacer su propio homenaje a través de plantas aromáticas o flores.
El objetivo de este tipo de alternativas no solo es volver a los orígenes de un entierro más natural y ligado a la naturaleza, sino de evitar la práctica más tradicional y habitual en España que, de manera irremediable, contribuye a la producción de cemento y al empleo de metales pesados.
Entierro ecológico, ¿y si no es posible?
Los entierros ecológicos ganan adeptos en el mundo en un intento por contribuir a servicios funerarios más verdes y cementerios 100 % ecológicos. Sin embargo, algunas de las prácticas que se dan en otros países no son reconocidas legalmente en España. Por ejemplo, la inhumación directa: enterrar el cuerpo directamente en el suelo, tan solo envuelto en una tela biodegradable. Aquí, esa práctica está prohibida por ley.
En cualquier caso, y a falta de bosques para el recuerdo en nuestra provincia o comunidad autónoma, o la prohibición de llevar a cabo ciertos ritos funerarios tales y como nos gustaría llevarlos a cabo, muchas personas se preguntan qué es más ecológico, el entierro o la incineración. Existen argumentos a favor y en contra, de ahí que los familiares deban decidir, si no lo ha hecho ya el difunto antes de morir, por la opción que más encaje con sus valores y certezas.
Quienes apuestan por los entierros ecológicos mencionan como razones poderosas el ahorro de costes, pues no precisan de ataúd, de los gastos derivados del transporte funerario o del mantenimiento del camposanto. Y también del significado que encierran para muchas personas conectadas de forma especial con el entorno natural.
Entierro ecológico y un árbol para el recuerdo
Además de optar por un entierro ecológico, algunas funerarias brindamos pequeños homenajes sostenibles. Recuerdos ligados a los valores de la persona fallecida y de su familia en torno al respeto hacia el medioambiente.
En Mémora, por ejemplo, contamos con la iniciativa In Arboriam. ¿En qué consiste? En crear una nueva vida tras la pérdida de un ser querido a través de un símbolo perenne e imborrable: un árbol.
Las familias pueden solicitarlo al contratar nuestros servicios funerarios y a través de la ONG Tree Nation plantamos un árbol donde más se necesita. De hecho, muchas optan por hacerlo sobre las cenizas de la persona difunta y acompañados de familiares y amigos, rindiendo así un emotivo gesto.