La psicología del color es la ciencia que se dedica al estudio de los efectos que produce cada uno de los colores sobre la percepción y la conducta del ser humano. ¿Por qué se asocia el color negro a la muerte y por qué se viste de negro cuando estamos de luto o asistimos a un funeral?
La psicología del color es la ciencia que se dedica al estudio de los efectos que produce cada uno de los colores sobre la percepción y la conducta del ser humano. Es, precisamente la psicología del color la que nos va a ayudar a explicarte por qué se asocia el color negro a la muerte y por qué se viste de negro cuando estamos de luto o asistimos a un funeral.
El color negro no siempre ha estado asociado a la muerte o el luto
Aunque se trata de una costumbre muy arraigada en nuestra sociedad, el color negro no siempre ha estado asociado a la muerte o el luto, ni ha respondido a los mismos patrones estéticos.
Para entender el porqué de su significado, debemos valernos de la psicología del color, pero también debemos remontarnos a la Antigua Roma, ya que pese a ser una costumbre que perdura hoy en día, estuvo extinta durante muchos siglos.
El negro y la muerte, asociados desde la antigua Roma
Existen numerosas leyendas e historias sobre el origen de esta tradición. Una de ellas habla de una tribu ancestral que tenía miedo a que el alma de los fallecidos saliera de su cuerpo y se introdujera en los vivos. Para evitar que eso ocurriera intentaban esconderse del alma de los difuntos pintándose de negro.
Sin embargo, el origen más sólido se remonta a la República romana, durante la cual predominó el color negro en la despedida de los difuntos al ser el color de la conocida toga pulla, uno de los tipos de togas usadas en la antigua Roma.
Esto fue así hasta finales del siglo XV, cuando por decreto imperial se adoptó el color blanco. Esta tonalidad fue también el color habitual del luto en la Europa medieval e incluso hoy en día lo es en gran parte de países asiáticos y en muchos territorios del islam.
El rojo es otro de los colores que ha estado presente en este tipo de acontecimientos y ritos funerarios. Una tradición que data del Antiguo Egipto, donde se revestían de color rojo los sarcófagos y la ropa del difunto. Además, los cadáveres y participantes en el luto se maquillaban con la tierra color ocre que aportaba también esta tonalidad rojiza.
En realidad, no es casualidad que el negro, color carente de luz, esté relacionado con la defunción. Muchos de los significados del color negro están relacionados con el miedo, lo desconocido, la oscuridad, la soledad, la añoranza o la tristeza: percepciones y sentimientos muy vinculados con la muerte y/o la pérdida.
Los Reyes Católicos y la Pragmática de Luto y Cera
En España, la asociación oficial del color negro y la muerte se produce de manera oficial gracias a varios acontecimientos:
- La aprobación por parte de los Reyes Católicos de la «Pragmática de Luto y Cera» con motivo de la muerte del príncipe Juan en 1497. Se trata de un conjunto de leyes en la que se recogía específicamente que el color negro debía ser el de la indumentaria, así como la prohibición la manifestación desproporcionada del dolor, como podrían ser las plañideras. Establecía además otras normas no menos estrictas como que la viuda debía encerrarse en una habitación tapizada de negro en la que no podía entrar luz por un periodo de un año tras el fallecimiento del marido.
- El otro acontecimiento que precipitó la vuelta al negro fue el funeral de Carlos VIII, en el que su esposa, Ana de Bretaña, se vistió completamente de negro.
A partir del siglo XX las normas que emanaban de la Pragmática de los Reyes Católicos se relajaron considerablemente. Con el tiempo, el negro dejó de ser exclusivo de los ámbitos de luto y se extendió a diversos usos, así como se abandonó la práctica oficiosa de tener que vestir de este color tras la muerte de un ser querido y por un periodo determinado.
No obstante, los tonos oscuros han seguido formando parte de la pauta general en los actos de condolencia por el fallecimiento. Y sea cual sea realmente el origen de esta costumbre, lo que está claro es que tiene cientos de años de antigüedad y continuará en la posteridad.