Disminuir el sufrimiento de las personas con enfermedades en fase terminal

Miguel Angel Benítez es Jefe del Servicio de Cuidados Paliativos del Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria (Santa Cruz de Tenerife). Su reto es "incrementar los recursos sanitarios de cuidados paliativos para poder llegar a todas las personas que los precisen". 

¿A qué te dedicas profesionalmente?
Trabajo como médico en la unidad de cuidados paliativos, desarrollando las labores administrativas como jefe del servicio y actividades asistenciales con los pacientes y sus familiares. Todo ello dirigido a disminuir, en lo posible, el sufrimiento que presentan las personas con enfermedades en fase terminal. Estas actividades se complementan con una labor docente con los médicos en formación en distintas especialidades y los alumnos de medicina, con la que intento contribuir a una mejora de la asistencia profesional médica a las personas que se enfrentan a su último tiempo de vida. 

¿Cuáles son los dos retos profesionales más importantes que tienes en estos momentos?
Incrementar en nuestra área los recursos sanitarios de cuidados paliativos para poder llegar a todas las personas que los precisen. Es importante, además, mejorar y mantener de forma continua ese nivel de mejora en la atención a las personas que lo precisen. Ello precisa cultivar y potenciar una actitud continua de revisión y aprendizaje de los conocimientos científicos y las habilidades de relación interpersonal que precisan el desarrollo de mi trabajo médico.

Profesionalmente hablando, ¿cuál es tu peor recuerdo?
Todas las experiencias en las que no he podido aliviar, por su elevada complejidad, el sufrimiento de las personas con enfermedades en fase terminal. Cada una de esas experiencias ha significado un aprendizaje profesional y personal, del que espero que se hayan beneficiado pacientes posteriores. Pero en esos momentos, en los que no se encuentra una gran solución para el alivio físico, emocional o espiritual no se pasa nada bien a nivel personal. Afortunadamente, el tiempo ayuda a mantener los recuerdos sin elevado impacto emocional contribuyendo a construir la experiencia profesional.

¿Y el mejor recuerdo profesional?
La sonrisa de las personas y sus familiares cuando hemos podido aliviar el sufrimiento, y hacer más soportable la vivencia de la enfermedad en fase terminal. La actividad asistencial es tan intensa y rica emocionalmente que hace muy difícil, al menos para mi, reducir todas las vivencias de 25 años de dedicación a los cuidados paliativos en unos pocos buenos o malos recuerdos. Aún así, creo que el mejor recuerdo ha sido el haber tenido la oportunidad de poder ejercer los cuidados paliativos, y contribuir al desarrollo de una unidad asistencial de elevada calidad en la atención a las personas con enfermedades en fase terminal.

En el proceso final de vida de las personas, ¿qué te parece más importante? 
Todo es importante, porque todas las vivencias que tiene la persona enferma influye en su gran tarea de aceptar la situación y, en lo posible, con el menor sufrimiento, la despedida y el fallecimiento. El alivio del sufrimiento considerado como un todo es la razón asistencial que justica la atención, y ello comprende desde la sonrisa, la palabra amable, la escucha activa hasta las intervenciones farmacológicas y psicológicas más complejas.

Estar al lado de las personas que sufren o mueren, ¿qué aporta (a los pacientes y a sus familiares)? 
Una disminución de su sufrimiento.

¿Cómo afrontas la muerte?
La muerte de los seres queridos siempre es dolorosa, aunque si se produce sin sufrimiento se experimenta un cierto alivio. El dolor de la pérdida siempre está aunque su intensidad es variable según las circunstancias de la muerte y del ser querido. Sabré como afronto mi muerte cuando ésta llegue.

¿Nos puedes recomendar un libro?
Relacionado con mi trabajo se pueden recomendar muchos. De ellos, por si los lectores tienen interés, “Psicología del sufrimiento y la muerte” de R. Bayés, “Como morimos” de SB Nuland, “El año del pensamiento mágico” de J Didion, entre otros.

¿Música y película favorita? 
Tengo gustos amplios en la música, la clásica, el jazz, el rock, música canaria. En relación a las películas, si me gustaron por la delicadeza en la que se trata el tema de las personas con enfermedades en fase terminal, El doctor, Mi vida sin mi e Invasiones Bárbaras, entre otras.