La exhumación es el acto de desenterrar un cadáver o restos humanos y, contra lo que pudiera parecer, es un proceso habitual en los cementerios por motivos de espacio. Pero, ¿sabes cuándo debe abrirse una tumba? En este post hablaremos sobre ello.
Casos en los que se abre una tumba
Entre los principales casos en los que se abre una tumba se encuentran los siguientes:
- Que los familiares de la persona enterrada pretendan gestionar el espacio de la unidad de enterramiento a través de una reducción de restos o mediante su incineración.
- Que los familiares quieran trasladar los restos a otra unidad de enterramiento bien sea dentro del mismo cementerio, o en otro.
- Que la unidad de enterramiento haya concluido su concesión sin renovación, lo que suele ocurrir a los 10 años del entierro, aunque si hay limitaciones de espacio en el cementerio es algo que puede suceder en un plazo más breve de tiempo. Ante esta situación, los familiares deben decidir si desean ampliar la temporalidad de la unidad de enterramiento, pedir una nueva o incinerar los restos. Si la familia no reclama finalmente los restos, estos se incineran y se depositan en un cenicero común.
- Por último, están las que se conocen como exhumaciones especiales, que en cualquier caso son menos habituales y cuyas razones pueden ser la investigación judicial de un fallecimiento por causas sospechosas de delitos, una exhumación prematura, que requiere de una autorización especial, o la recuperación de cadáveres enterrados en fosas comunes.
Cuánto tiempo pasa hasta que debe abrirse una tumba
Como hemos señalado anteriormente, lo que se conoce como Derecho de Enterramiento presenta un tiempo máximo de duración. Así, un nicho, por ejemplo, tiene un periodo de validez por lo general de 10 años, aunque este plazo depende de cada ayuntamiento.
Una vez se ha superado ese plazo, la familia del difunto debe renovar el pago. Si no lo hace y no paga la renovación, el difunto se sacará de su nicho.
El plazo puede ser menor en el caso de que el camposanto tenga problemas de espacio.
Y también están los casos de exhumación prematura, que tienen lugar antes de los cinco años generales o más, y cuyos motivos, como hemos señalado antes, pueden deberse a que las circunstancias de la muerte de la persona fueron sospechosas, llevar a cabo estudios científicos con el consentimiento de los familiares o bien sacar los restos de una fosa común.
Esta autorización es posible tramitarla directamente por Internet y de ello se suele ocupar la funeraria autorizada por el familiar, o bien un representante del fallecido.
La documentación necesaria para comenzar con este proceso incluye el certificado literal de defunción expedido por el Registro Civil, la certificación del responsable del cementerio que señale el lugar en el que se halla el cadáver o la licencia de reinhumación, de desearse así, expedida en este caso por el encargado del cementerio de destino si se realiza un traslado.
El precio por exhumar un cadáver se estima que oscila entre los 300 y los 500 euros.