La cremación, o incineración, es una de las técnicas más antiguas que existen. Su origen se remonta a hace más de 17.000 años, si bien no fue aceptada por la Iglesia Católica hasta hace poco más de medio siglo.
Cremación: orígenes
El primer hallazgo de un cuerpo parcialmente incinerado se registró junto a lago Mungo, en Australia, y data de hace más de 17.000 años.
Posteriormente, las primeras cremaciones conocidas sucedieron en la zona del litoral mediterráneo, en el Neolítico. No obstante, esta técnica no fue bien vista en el Antiguo Oriente Próximo, donde se rechazaba por considerarse como una práctica bárbara. Es más, los persas zoroástricos castigaban con la muerte a quien intentara realizar una cremación.
Las primeras huellas de cremaciones en el continente europeo se remontan a comienzos de la Edad del Bronce (2000 años a. C.). Esta técnica llegó a estar muy extendida y convertirse en una costumbre durante la cultura de los campos de urnas (1300 a. C.).
Cremación: Edad Media
La técnica de cremación tras el fallecimiento de un ser querido se convirtió en una manera de castigo durante la Edad Media contra lo que se denominaba como “herejes”. Un castigo que no solo se aplicaba haciendo arder vivo en la hoguera a la persona catalogada como tal.
Así, en 1428, la Iglesia Católica procedió a desenterrar el cadáver del inglés John Wyclif y lo cremó como castigo póstumo por negar en su momento la doctrina católica de la transubstanciación. Sus cenizas fueron esparcidas posteriormente en un río.
Cremación: Edad Moderna
Se considera que el movimiento moderno de cremación tuvo su comienzo en 1873, con la presentación de una cámara de cremación en una exposición en Viena, que fue realizada por el profesor paduano Brunetti.
Posteriormente, en Gran Bretaña, el cirujano de la reina Victoria, sir Henry Thompson, fue uno de los fundadores de la Sociedad de Cremación de Inglaterra en 1874.
Fue ese mismo año en el que Julius LeMoyne construyó en Pensilvania, Estados Unidos, el primer crematorio, mientras que los primeros en Europa fueron desarrollados en 1878 en Alemania y en Inglaterra.
La cremación presenta otro hito con la autorización del Acta de Cremación de 1902, para solicitar requerimientos procesales antes de que una cremación pudiese ocurrir y restringir su práctica a lugares autorizados. Algunas iglesias protestantes comenzaron a aceptar ya la cremación.
Sin embargo, hubo que esperar hasta 1963 para que, por parte de la Iglesia Católica, el papa Pablo VI levantara la prohibición de la cremación. Tres años después se permitió a los sacerdotes católicos la posibilidad de oficiar en ceremonias de cremación.
Cifras de cremación en España
España ha triplicado el número de incineraciones realizadas a fallecidos en solo 15 años, aplicándose esta técnica al 45% de las personas que murieron en el año 2020, mientras que en 2005 sólo se alcanzó una cifra del 16%.
Por zonas, el porcentaje de incineraciones alcanza el 60% del total en las capitales de provincia de España, mientras que en las zonas rurales desciende hasta el 39,8%.